Billy, el protagonista, es un personaje que muestra muchas
facetas. Al principio lo vemos como el tipo que sale de la cárcel después de 5
años por haber confesado un asesinato sin ser él el culpable, raptando a una
chica que no conoce para que se haga pasar por su novia delante de sus padres, tratándola
mal. Más adelante le pide perdón por hacerlo así. A esta chica, Layla, parece
importarle poco, colabora mintiéndole a sus padres, inventándose una vida con
él, incluso llegar a decir que está embarazada. Luego tenemos al Billy que
trata con sus padres, los cuales no muestran mucho interés en cuanto a su vida,
la madre es una fiel seguidora de los Buffalo, e incluso le echa en cara que el
día que nació se perdió un partido, y desea no haberlo tenido. Por otro lado
está el padre, con el cual no tiene una conversación en toda la película, solamente
para discutir. También vemos al protagonista con sus amigos, con una faceta más
simpática que las anteriores. Poco a poco, Layla y Billy se van conociendo, y
vamos viendo como el personaje del protagonista va evolucionando y también como
le coge, sin querer, cada vez más cariño a su “novia”. Prácticamente, al final
de la película, Billy se confiesa a Layla, le cuenta problemas que tuvo con una
chica.

Se trata de una película que, en mi opinión, si no estás acostumbrado a ver cine independiente, se puede hacer un tanto extraña porque no es a lo que estamos acostumbrados a ver, al menos yo, pero una vez que te acostumbras a las escenas, cambios de plano, diálogos, montaje, etc, puede ser muy interesante.
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